La ciudad llora
Con sus ladrillos de carne
La ciudad grita
Con sus sirenas de sangre
Y el humano calla
Su melodía de estrellas
Porque sabe que el viento
Es más fuerte que su mano
Y el cielo más grande que su ego
Las ciudades fabrican corazones marchitos
Las ciudades
Duelen
Embriagan
No duermen
Caen con el peso de sus sombras.
MATÍAS FITTIPALDI Salario del poeta
Hace 9 meses